miércoles, 6 de mayo de 2009

"Las curas" de la Iglesia no existen

Imagínate que estás sentado en un banco de un parque y una señora pasa y te lanza una moneda y te dice "toma, para que comas hoy". Creo que te quedaráis estupefacto. Pero entonces va y pasa un señor con sus hijos y dándole una moneda a uno de ellos le dice que te la deé, y el niño va y con miedo en los ojos se te la lanza y se va corriendo a ser felicitado por su padre. En eso momento crees que el mundo se ha vuelto loco. Sin embargo, a juzgar por las pintas que ellos llevan, te miras las tuyas y ves que llevas los vaqueros que te compraste ayer, desteñidos y rotos intencionadamente en la entrepierna, sigues mirándote y compruebas que, porque empezaba a hacer calor, hoy te has puesto la camiseta que te compraste en Amserdam por un pastón y a la que le cortaste las mangas. Tus zapatillas son de esta temporada, pero están sucias porque, ¿quién lava hoy en día las zapatillas de deporte!? Tras inspeccionarte de esta manera caes en la cuenta de que esas personas que te han dado una moneda sin pedírsela han creído que eras pobre (sí, tampoco te peinas), cuando la verdad es que eres un chico bastante rico que simplemente viste como mejor le parece, sin darle gusto a andie más que a sí mismo. Quieres levantarte y decirles que no necesitas ningún euro, que, en todo caso, se los tendrías que dar tú a ellos para que se fueran a alguana tienda a comprarse ropa, porque la que llevan es del siglo pasado.

Iglesia católica, los homosexuales no necesitamos a sus curas. Las únicas curas que yo querría serían mujeres, esas sí démenlas.

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